CASA JAR | JAR HOUSE
Vivienda unifamiliar con NADA Design
2025 | Jarafuel (Valencia)
Vivienda unifamiliar con NADA Design
2025 | Jarafuel (Valencia)
Equipo | Team
crux arquitectura + NADA Design
Promotor | Client
Private
Fotografía | Photography
Milena Villalba
Texto | Words
“¿Os habéis olvidado de las ventanas?” Preguntó una vecina (con esa retranca inevitable de los pueblos) mientras cotilleaba el interior de la casa a través de la puerta entreabierta.
En los pueblos, la comunicación, y más aún la indiscreta, es el mortero que mantiene unidos los vínculos sociales (y espaciales). Sin embargo, lo primero que llama la atención de Casa JAR es que, hacia la calle, es insultantemente reservada.
La cosa cambia al cruzar el umbral: la vivienda comienza a desarrollar su argumento. Un patio central con agua y vegetación que organiza todo el proyecto. La casa es un oasis doméstico, un refugio climático y social.
Y es que, a veces, conviene que el relato sea mágico y sorprenda. En esta época tan cientificista es todo demasiado aséptico, inmediato y transparente. Nos falta espacio para la imaginación, para el cuento, para el mito: es lo que nos hace humanos. Además, no es lo que te cuentan, sino cómo te lo cuentan.
La vivienda discute el modelo dominante del entorno, de casa aislada rodeada de un jardín perimetral, y propone lo contrario: un vacío en el centro y lleno en el borde. El perímetro se ocupa con una sucesión de estancias casi cúbicas que alojan los usos y el patio, liberado, se convierte en el corazón palpitante de la casa.
Los alzados interiores aparecen pautados por una serie de huecos verticales similares. No hay grandes paños de vidrio, sino aberturas contenidas que filtran la luz, ordenan las vistas y jerarquizan las estancias. A veces, esos huecos verticales se resguardan tras la vegetación o las persianas; otras, sin carpintería, definen el límite de un recorrido porticado al aire libre.
Desarrollada únicamente en planta baja, la cubierta mantiene una cota generosa en toda la vivienda, mientras que el suelo se moldea con una suave topografía, que acompaña el recorrido y propone usos y apropiaciones inesperadas: peldaños que se convierten en bancos corridos o desniveles que albergan chimenea.
La materialidad es mediterránea: estructura y carpinterías de madera, bardo cerámico, enfoscados de cal y yeso. Materias con inercia y porosidad que estabilizan el ambiente y admiten la pátina. A ello se suman la vegetación y agua como dispositivos climáticos: el patio actúa como pulmón húmedo y sombrío; las aberturas enfrentadas provocan ventilación cruzada; los muros macizos amortiguan la oscilación térmica.
En el centro del patio, el promotor decidió plantar un almez (celtis australis), que es el árbol del pueblo y de la memoria familiar. No fue un gesto casual, sino una declaración: la certeza de que lo más importante es siempre la historia que se cuenta.
Ahora Casa JAR es un nuevo renglón en ese realismo mágico que son las historias familiares: es un silencio público y una celebración íntima que nos invita a descansar, compartir y alargar la sobremesa con algún cotilleo.
Y, por supuesto, al final le enseñamos la casa a la vecina. Nos dijo que le gustó mucho.
Planimetría | Drawings
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